Como otros aguiluchos, presenta alas largas, cola larga y patas muy largas. Frecuenta humedales, arrozales y cereales que tengan cerca vegetación palustre. Anida en el suelo. Al ser el mayor de los aguiluchos ibéricos, se atreve con presas más grandes como gallinetas, patos, ratas de agua o incluso peces. Su población en Extremadura tiende a aumentar y está presente todo el año.